HOJAS DE OTOÑO
Cuando empezó el fresquito, ya hace unas semanas, estuvimos en nuestro patio de recreo observando las hojas de los árboles. Vimos que estaban cambiando de color y que, muchas, se habían caído al suelo. ¡Luego nos lo pasamos pipa jugando con ellas! Más tarde descubrimos que esto no les pasa a todos los árboles, hay algunos como el pino, el árbol de la Navidad (como ellos dicen), que mantienen sus hojas todo el tiempo y siempre verdes.
Observamos de qué colores se tornaba el otoño y nos pusimos manos a la obra con nuestras hojas que nos han permitido pintar con cera y barnizar y, una vez secas, picar. Creamos una cenefa que adorna nuestra pizarra en este tiempo y que nos gusta mucho.
Un día, nuestra profe nos trajo muchas hojas de diferentes tamaños y colores que había cogido del suelo del parque. Las hemos aprovechado para clasificarlas y, también, en una ocasión, pusimos un folio encima de una de las hojas, arrastramos una cera y...¡magia, la habíamos calcado!
Otra actividad que realizamos individualmente fue nuestro propio árbol, lo pintamos con cera y, posteriormente, estampamos corchos de botella a modo de hojas. Y, a raíz de aquí pensamos en hacer un árbol que fuera de todos. Así que, dicho y hecho. Esta vez pintamos hojas más grandes y con pincel para colocarlas en él y ahí lo tenemos, al lado de nuestra pizarra. Y quien sabe...quizá más adelante...cambia de aspecto.
Lo iréis viendo. Por lo pronto... ¡aquí tenéis nuestras experiencias con las hojas de otoño!
Observamos de qué colores se tornaba el otoño y nos pusimos manos a la obra con nuestras hojas que nos han permitido pintar con cera y barnizar y, una vez secas, picar. Creamos una cenefa que adorna nuestra pizarra en este tiempo y que nos gusta mucho.
Un día, nuestra profe nos trajo muchas hojas de diferentes tamaños y colores que había cogido del suelo del parque. Las hemos aprovechado para clasificarlas y, también, en una ocasión, pusimos un folio encima de una de las hojas, arrastramos una cera y...¡magia, la habíamos calcado!
Otra actividad que realizamos individualmente fue nuestro propio árbol, lo pintamos con cera y, posteriormente, estampamos corchos de botella a modo de hojas. Y, a raíz de aquí pensamos en hacer un árbol que fuera de todos. Así que, dicho y hecho. Esta vez pintamos hojas más grandes y con pincel para colocarlas en él y ahí lo tenemos, al lado de nuestra pizarra. Y quien sabe...quizá más adelante...cambia de aspecto.
Lo iréis viendo. Por lo pronto... ¡aquí tenéis nuestras experiencias con las hojas de otoño!
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